jueves, 26 de septiembre de 2013

Huerfanos de Familia.

La palabra 'Huérfano' tiene un peso cultural duro, más bien triste o lamentable, incluso hasta ofensivo. La RAE tiene como tercer significado, y el que me interesa a mi: "Falto de algo, y especialmente de amparo."
Siendo 'algo', en este caso, la familia que prefiero llamar periférica. Pensando en la central a los padres y hermanos.


Ahora bien, ¿A qué nos referimos exactamente cuando hablamos de HUÉRFANO DE FAMILIA

Ser huérfano de familia es no tener almuerzos o cenas de mesas largas y muchas charlas por la sala. Es no tener a las abuelas cerca para ir a visitarla cada fin de semana. No tener a la tía dulce que te llama dos, tres veces por semana para que vayas a tomar la merienda con torta casera. Y el tío que te controla si ya estas de novia o no. Los primos que exijan que juegues con ellos y te abracen al llegar.

Ser huérfano de familia también implica perderte los conflictos, que en toda familia hacen perder el orden para después volverse mas fuerte, o no.

Significa estar lejos de todo. Lo bueno. Lo malo.



Implica acostumbrarse, o no. Yo mas la primera que la segunda. 


Lo mas lindo de todo esto es poder elegir tu familia, decir: "Sí, esta persona es mi hermano, mi tía/o, son mis primos."

Un huérfano de familia siempre encuentra una en cada mundo en el que está. 

Yo lo soy, desde los cuatro años. Vivo lejos de mi familia periférica. No soy la primera ni la única que vive así.  Lejos de afligirme, me alegra poder elegir qué personas quiero tener en los almuerzos de mesas largas y muchas charlas por la sala. 

Brindo por mi familia, la que elijo cada día.