Relatos documentales:
Esta mañana después de desayunar le pedí a mis viejos que me cuenten la historia de cómo se pusieron de novios. En algún momento del relato mamá le dijo a papá entre risas : - Vos le tirabas besitos a otra chica cuando íbamos a la escuela.- (refiriéndose a sus 13 años). A lo que él le respondió: - Pero nosotros no éramos novios todavía, gorda.- Y se echaron a reír.
Lo que no me sorprendió, pero si me llamó y me llama la atención es como ambos construyeron historias distintas de una misma en la cual ambos fueron protagonistas. Por ende en muchos puntos Papá decía no acordarse de eso o cambiaba la versión de Mamá.
El relato es una construcción del hombre y como tal, totalmente subjetiva; se burla de lo que realmente sucedió, que por ser algo que ya no está no se puede reconstruir paso por paso.
Es difícil reconstruir hechos entre los protagonistas porque nunca van a contar lo mismo y a veces se van a resistir a aceptar lo que el otro diga, pero lo importante a la hora de construir relatos es entender que los estamos construyendo a partir de intereses, recuerdos, o huellas de lo vivido que traemos en el cuerpo. La historia personal es una construcción, la historia de pareja es una construcción, toda historia es una construcción. Todo relato es cuerpo, es hombre.
"Innumerables son los relatos del mundo (...) el relato comienza en la historia misma de la humanidad; no existe, no existió nunca en ninguna parte, un pueblo sin relatos (...); el relato se burla de la buena o mala literatura (...), el relato está ahí, como la vida. "
La aventura semiologica, Roland Barthes.