Las historias no terminan solas, uno decide terminarlas... o no.
A estas dos personas les deseo mucho bien, mucho amor y un futuro feliz. Elijan estar juntos o no.
No sé qué me pasa ahora que estas mirándome.
Me pregunto por qué después de tantos años me seguís mirando así… como la primera vez. Me pregunto por qué me besas así, con más dulzura que a los dieciséis. Me pregunto por qué estamos acá mirándonos sabiendo que nos vamos a besar.
Y me siento bien, y me haces bien, quisiera quedarme todo el tiempo así. Y pienso por qué no puedo dejar de sonreír cuando me miras, por qué sigo pensando que sabes lo que estoy pensando en cada momento. Y me acuerdo qué sentía teniéndote al frente las primeras veces juntos… era chiquitita y te quería; y me gustaba creer que vos a mí.
Me duele, me molesta la huella de lo vivido, me desarma y tengo dieciséis otra vez… y otra vez me dejas sin avisar, aunque estés acá.
El cuerpo me grita, me avisa, me llama… quisiera que alguna vez me digas lo que quiero escuchar, quisiera que me elijas esta vez.
Y te vas, y estas acá; tenes diecisiete y me dejas; y estás acá con veintipico apretándome en tus brazos, haciéndome reír. Y no estás… pero te abrazo, necesito que te metas en mi cuerpo, que me pidas quedarte acá. Y me apretas… no puedo entrar al tuyo, déjame entrar… No! Pará! Tengo miedo, te tengo miedo, me tengo miedo.
¿Quién sos? ¿Por qué estas acá? ¿Por qué me dejaste, por qué no podemos terminar?
Y me haces reír, como una nena, como si disfrutaras que lo hiciera, y me perseguís por toda la casa para hacerme cosquillas y escucharme reír, y me rio… Tus casi treinta me hacen más feliz que tus diecisiete, sí, acá estas… apretándome en tus brazos haciéndome feliz… ¿Qué es ser feliz?... haciéndome reír.
Y creo en la ternura de tu mirada y me acuerdo las veces que me dijiste que creías que íbamos a terminar juntos y te veo ya adulto y… te queda bien. Te extraño, no, NO, no te extraño, es mentira.
Te vas y me dejas con mi nena de secundaria preguntándose por qué… Por qué estás acá, qué te trajo, - ¿Por qué lo dejaste entrar, no te acordas como quedé cuando se fue? - No lo sé, y yo también me lo pregunto… Qué me falto, por qué encontraste en otra persona algo que todavía no sé qué es, por qué no te alcanzó mi sonrisa, qué me faltó, qué me sobró, por qué.
Y qué haces acá? Por qué me miras así todavía? Pasaron tantos años. Por qué nunca pudiste soltarme, por qué estás todavía besándome y ahora queriendo dormir en mi cuerpo… Qué soy, quién soy, qué significo… qué me falta todavía, qué me sobra, qué pasa que venís a abrazarme, a hacerme reír, a mirarme así, a mimarme más que a nuestros diecisiete… y no te quedas.
Quedate, de una vez y para siempre.
Me encanto,felicidades,me hiciste SENTIR cada momento.
ResponderEliminarTamara, muchas gracias, me alegra mucho que hayas sentido cada momento.
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